Declaración Pública
Consejo Nacional de Comités Comunistas de Chile
El asesinato del comunero mapuche Jaime Mendoza Collío, representa un nuevo nivel de la crisis política vigente en el país desde la consumación del golpe de estado que derrocó al presidente Salvador Allende en 1973. El crimen del joven comunero, reitera el comportamiento histórico de la fuerza pública impregnada de principios y valores que dieron sustento a la dictadura de Augusto Pinochet y no de aquellos que deben prevalecer en un estado de Derecho. Esta afirmación queda demostrada con la actuación del alto mando institucional en la zona y su defensa irrestricta de la actuación del carabinero que disparó por la espalda al joven. Los altos oficiales insisten en que los efectivos policiales fueron emboscados y actuaron en legítima defensa. Por otra parte, aparece el ex Director General de Carabineros y actual presidente del Cuerpo de Generales de Carabineros en Retiro, Fernando Cordero, en una columna publicada por El Mercurio On Line, defendiendo la versión sobre una supuesta emboscada y precisa que Carabineros actuó en respuesta a una agresión tipificada como delito en el artículo 416 bis del Código de Justicia Militar. Luego asume la posibilidad de que la investigación judicial dirá la última palabra. Todo ello cuando ya existen pericias, abundantes testimonios y pruebas demostrativas de la comisión del homicidio a sangre fría. Enseguida expone un análisis político jurídico que empeora lo anterior. Explica que el derecho sería un instrumento de la política en los estados modernos, porque: “Así se garantiza la convivencia civilizada y evita el abuso del más fuerte consiguiendo la paz social que permite a cada uno lograr su mayor desarrollo espiritual y material. Es lo que llamamos bien común”. No es difícil concluir que Cordero Rusque habla desde su investidura pasada y presente, es por tanto un mensaje desde la institución, para interpelar a la comunidad nacional acerca de si acepta o no las reglas del juego establecidas, en aras de preservar la convivencia nacional tal como está.
El asesinato de Jaime Mendoza se suma a los de Alex Lemún, Matías Catrileo, Juan Lorenzo Collihuín, a manos de efectivos de Carabineros y a las muertes en sospechosas circunstancias de Jorge Suárez Marihuan, Julio Huentecura Llancalef y Johnny Cariqueo, entre otros.
A los asesinatos de comuneros y luchadores mapuches se suman los del estudiante Daniel Menco, el trabajador forestal Rodrigo Cisternas, y Talo Araya. Violencia desatada contra toda protesta o manifestación de descontento, como ocurrió durante
Después de 17 años de dictadura, durante los cuales las FF.AA. y de orden aplicaron el terrorismo de estado en forma ilimitada, no han cambiado en lo sustancial. Sólo se adaptaron a este nuevo escenario de gobiernos civiles mediante leves retoques cosméticos, pero los resultados de su actuación muestran la permanencia de los mismos principios doctrinarios, aún cuando no lleven el mismo nombre.
Lo determinante sigue siendo el carácter de clase de la fuerza pública, concebida para preservar el orden del sistema e impedir la irrupción de fuerzas sociales que pongan en riesgo la forma de propiedad y enriquecimiento de los grandes empresarios y grupos económicos.
Exigimos justicia para Jaime Mendoza Collío. Justicia para el pueblo mapuche. El más alto homenaje al weichafe caído será generar la más vasta movilización popular, hasta terminar con la actual Constitución y reemplazarla por una nueva carta fundamental que consagre los derechos de los pueblos y los trabajadores.
Será el triunfo de la rebeldía de millones lo que honrará la vida de los caídos. Será la unidad efectiva y la lucha resuelta para terminar con el sistema, el acto que encienda los hornos para forjar el futuro por el que lucharon Jaime Mendoza o Rodrigo Cisternas, Salvador Allende o Víctor Jara, Miguel Enríquez o Raúl Pellegrín.
Consejo Nacional de Comités Comunistas de Chile
Agosto 23 de 2009
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