Pintor y dibujante autodidacta, Jorge Weke participó activamente del proceso impulsado el año 1992 y que desembocó en la gestación de la actual bandera mapuche. Tanto así que fue el responsable de su diseño final. Pocas veces se ha referido públicamente a su rol en dicho proceso. Hoy lo hace en exclusiva en conversación con Azkintuwe.
Jorke Weke Katrikir es dirigente del Parlamento Mapuche de Koz Koz, organización de base en la comuna de Panguipulli. Hace dos décadas, siendo un joven activista, formó parte del Consejo de Todas las Tierras (CTT), organización surgida tras el rompimiento de sectores mapuches con el Partido Socialista de la época. Pintor y dibujante autodidacta, participó activamente en el proceso impulsado por el CTT el año 1992 y que desembocó en la gestación de la actual bandera nacional mapuche, siendo en los hechos el responsable de su diseño final.
Destacado dirigente social en la zona williche, pocas veces se ha referido públicamente a este rol protagónico que le tocó cumplir. Hoy lo hace en conversación exclusiva con Azkintuwe, reconociendo sentirse “orgulloso” de lo obrado en aquellos años. Respecto del reciente fallo de Contraloría, que autoriza izar la bandera en los municipios del País Mapuche, Weke se mostró cauto. Si bien valoró el dictamen, advierte de los riesgos de “folclorizar” un emblema de profundas connotaciones políticas.
- Peñi Jorge, poca gente sabe que usted en los 90’ diseñó la actual bandera mapuche. Cuéntenos cómo se gestó este emblema y su papel en dicho proceso.
Fue específicamente en una de las convocatorias realizadas en el verano del año 1992, cuando nuestro peñi Aucan Huilcaman planteó la idea que en el exterior no se marcaba la presencia del un símbolo mapuche como otros pueblos indígenas del mundo. Fue así que en marzo de ese mismo año se resuelve diseñar de manera colectiva proyectos de banderas, ello entre las comunidades que participábamos del Aukiñ Wallmapu Ngulam. Hasta ese entonces yo era quien diseñaba grandes paneles de pinturas, lienzos, afiches, etc., entonces me hice cargo de recoger muchísimas propuestas de banderas, de los más diversos formatos y materiales, las que provenían de diversas comunidades y territorios. En cinco anteproyectos se ubicaron los elementos más significativos de cada identidad territorial que participó de la consulta, entre ellos elementos williche, wenteche, nagche, pewenche y lafkenche. Todos estos fueron aprobados unánimemente ante una asamblea oficial que se realizó y luego se expusieron las cinco banderas en un mástil sobre la sede de la organización, en aquel tiempo ubicada en calle Miraflores en Temuko.
- ¿En aquellos años usted participaba del Consejo de Todas las Tierras?
Si, con mucho honor fui participe y fundador de aquel proyecto hacia la autonomía de la nación mapuche, comenzando desde la creación de la “Comisión 500 Años” por nuestra resistencia histórica. Dentro del proyecto de autonomía del Consejo estaba la reestructuración de la organización ancestral, con nuestras autoridades y personalidades mapuche y la desafiliación de los partidos políticos chilenos. Se da en este tiempo un proceso de descolonización ideológica a través de capacitaciones, talleres, charlas, se inicia además un proceso de recuperación de tierras de la VIII a la X regiones, se recupera el sentido las identidades territoriales, se inicia una propuesta de una “nueva relación” con sectores de trabajadores y estudiantes, y se acuerda la creación de este emblema nacional mapuche, ello a través de una consulta a las comunidades.
- ¿La consulta buscaba gestar un bandera para visibilizar la lucha mapuche en el exterior o también se perseguía distinguir al Consejo de otras organizaciones de la época, más ligadas a la Concertación?
Buscaba también diferenciarnos de otros, de aquellos que veíamos estaban a expensas y defendían intereses de lo que resultará de la Comisión Especial para los Pueblos Indígenas (CEPI, organismo antecesor de CONADI). También en aquella época entendíamos que era bastante difícil unir las ideas entre los que nos reconocíamos como mapuches y valorábamos luchar por la autonomía, entonces la bandera también buscaba identificarnos. Hubo eso si una parte importante de nuestro pueblo, inactivo socialmente, al que no pudimos acceder ya que los procesos sociales y políticos no esperaban para incorporarlos. Pero hicimos un enorme sacrificio de llevar los anteproyectos de banderas a diversos territorios para consensuar lo que sería el emblema final. Hubiera preferido más participación mapuche de la que hubo, pero hicimos lo que estuvo a nuestro alcance.
- El año 1992 la bandera definitiva tiene su “prueba de fuego”. Háblenos de ello.
Sucedió un día 6 de octubre, cuando se realizó una marcha masiva sin autorización ya que Gobernación de Cautín se negó rotundamente a conceder el permiso. La convocatoria se realizó en la plaza Lautaro de Temuko, ahí dentro la misma plaza fue el comienzo de la persecución y la violencia policial contra nosotros, no respetando los carabineros ni a niños, ni ancianos, ni a minusválidos. Recuerdo que Aucan solicitó cinco minutos para su oratoria, pero a los dos minutos que llevaba hablando barrieron con todo. Nos trasladamos entonces a la sede, pero el espacio se hizo pequeño y el werken Huilcaman tuvo que reiniciar su discurso de manera improvisada sobre una camioneta estacionada en la calle. Allí Aucan habló a todos con la bandera en sus manos. En eso estaba el peñi cuando aparece nuevamente la brutal represión policial, lanzando lacrimógenas al interior de la sede, del consultorio Miraflores que quedaba cerca y de las casas colindantes. Más tarde, en los noticiarios televisivos, pudimos ver las imágenes y la bandera flameando en medio de la represión, los gases. A partir de entonces, cada vez que se hablaba de los mapuches o del 12 de octubre, la televisión comenzó a mostrar imágenes de la bandera. Luego se transformó en un símbolo nacional, al aparecer en las marchas realizadas en Santiago, Concepción, Temuko y Valdivia.
- Háblenos de la bandera. ¿Qué significan sus colores, qué trató de plasmas en su diseño?
Debo decir que quedaron algunos colores que no fueron incorporados en este emblema y que eran parte del sentimiento que reflejaban los exponentes. Pero bueno, el color negro y blanco representa el equilibrio o la dualidad entre el día y la noche, la lluvia y el sol, lo tangible y lo intangible, etc. El azul representa la pureza del universo; el verde nuestra mapu, el wallmapuche o territorio de asentamiento de nuestra nación. Y el rojo la fuerza, el poder, la sangre derramada por nuestros ancestros. Al medio el kultrun y todos sus significados ya conocidos y en el extremo inferior y superior la representación de los kon.
- Hoy la bandera es reconocida nacional e internacionalmente. Hace muchos años dejó de ser la “bandera del Consejo” para ser reconocida como emblema nacional mapuche por diferentes organizaciones. ¿Qué siente al respecto como su diseñador?
Es lo que siempre soñé. La bandera es un símbolo de liberación, de auto reconocimiento como nación milenaria, de creer en la unidad dentro la diversidad, de respetar, de valorar cada frente de lucha, de valorar cada aporte que hace un mapuche donde sea que se encuentre. Este emblema se podría decir que nació aquel día 6 de octubre en medio de una batalla hostil, en donde se impuso la violencia para negar lo innegable, que somos un pueblo y que tenemos derechos. Yo en lo personal la respeto y valoro profundamente, igual como los wenufoye de nuestras ceremonias espirituales. Los mapuches no podemos honrar la bandera chilena, no podemos honrar símbolos con los cuales se han dado golpes de genocidio contra nuestra gente, todo ello en nombre de la patria.
- ¿Qué importancia tiene para usted el visibilizar y luchar por el reconocimiento de este tipo de símbolos de identidad nacional?
Soy dibujante, pintor, rvtrafe y nuestros símbolos me han enseñado que no son solamente símbolos, si no que tienen un conjunto de elementos impregnados en realidades ciertas. Muestran la vida integra de lo que somos, por lo tanto creo que todos debiéramos visualizar con armonía y belleza nuestra causa y nuestra identidad como mapuches. Es lo que traté de representar con la bandera, ya lo decía, la diversidad de lo que somos. Creo que hay que socializar y conversar un proyecto político en común, no se trata de imponer en este caso quién tenga la autoría de un determinado proyecto. Lo que necesitamos es aceptar que cada mapuche, cada comunidad, cada organización forma parte de la reconstrucción de nuestra nación.
- Al respecto, ¿qué le pareció el reciente dictamen de Contraloría, autorizando a los municipios el izar la bandera mapuche?
Abre una señal simbólica anti racista y anti discriminatoria hacia los pueblos indígenas, comenzando por reconocer nuestros emblemas, pero debemos decir que también es un paso de concientización para los servicios públicos en general. Para los mapuches debe ser un paso en nuestra lucha por el reconocimiento de la plurinacionalidad de Chile y la interculturalidad. Este reconocimiento debiera ir más allá de cumplir con la exigencia de satisfacer una “expresión cultural, educativa o artística”, como lo define la Contraloría. El fallo es claramente valorable, pero no pensemos que ha sido por la buena voluntad del Estado. Todo esto ha sido gracias a la presión ejercida por las comunidades y al fundamento profundo en que los mapuches nos basamos para reivindicar nuestros derechos y hacer conciencia en algunos miembros de las instituciones públicas.
- ¿Considera que es además una buena oportunidad para que los chilenos aprendan a valorar la diversidad?
Servirá para decirles que en Chile convivimos en una sociedad diversa y que eso se debiera respetar. Este fallo no dice que somos “chilenos mapuches” o “mapuches chilenos” al mismo tiempo, sino que somos pueblos diferentes y en nuestro caso, una nación preexistente al Estado y que sigue estando vigente. No es la bandera la que nos hace mapuches, ella solo es un símbolo, detrás hay un conjunto de acciones y prácticas socioculturales, sociopolíticas, que nos identifican como nación y que nos proyectan en nuestro camino hacia la libre determinación.
- Finalmente, ¿considera que debiera gestarse una campaña para difundir el fallo y demandar que la bandera sea izada en otras reparticiones públicas de Wallmapu?
Partir por los municipios es importante. En algo hay que avanzar, es lo mas mínimo o práctico que se debe hacer siempre y cuando esté en un contexto de inter relación de igual a igual, no se debe fomentar un uso folklorizado, sin contenido político, como uno puede interpretar también la resolución de la Contraloría. Sería peligroso suceda esto porque con un emblema como el nuestro no se juega. Nosotros como Parlamento de Koz Koz hemos hecho conciencia al respecto. No sería difícil para el Estado chileno y las autoridades incorporarlo para sus propios fines, así como han incorporado mapuches para los festejos de sus “fiestas patrias” y hasta el “día de las glorías del Ejército”. Creo que ese no es el sentido de la bandera y ese debe ser un tema al que invito a reflexionar y conversar entre mapuches. En nuestro caso aún no están dadas las condiciones para incorporar este emblema a espacios donde no tenemos aun control político. Esto último es lo que nos garantiza darle un uso adecuado.
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